sábado, 17 de marzo de 2012

Suficiente para estar vivo pero nunca para soñar.

Hace años me hubiese gustado apartar mi odio, ignorar el barullo de la ciudad y volver a reflejarme en tus ojos. 
Hace años que me hubiese gustado perderme en tu mirada, enterrarme en tu sonrisa y cubrirme con tu falda.
Hace años que me hubiese gustado no sentirme extraño al pasar por los alrededores de nuestras calles, que ahora sólo son tuyas.
Hace años que me hubiese gustado ser perfecto, no fallar, no caer.
Hace años que deseo dejar de romperme contra mis propias piedras, dejar de chocar contra mis muros.
Hace años que deseo volver a sentir que se me eriza hasta el ultimo pelo de mi columna.
Hace años que deseo volver allí. Volver a un recuerdo, a una mirada, a un botón, a una cremallera, a un beso, a una sonrisa, a un café.
Hace años que me gustaría dejar de decir: "No cometeré los mismos errores, no volveré a fallar, no seré un nuevo fracaso, no desilusionaré a quien creía en mí, no volveré a romperme, nunca más".

A la gente que me conoce, que sabe que no paso mis mejores momentos, que esto que escribo no es nuevo, que saben los porqués de mi vida, me gustaría agradecerles su valioso tiempo, agradecerles su apoyo en mis momentos de dificultad, agradecerles las noches interminables en las que han conseguido sacarme a otro mundo paralelo, en el cual las cosas no pintan tan crudas. A vosotros, que a pesar de que cada vez noto que nos vamos distanciando más. Muchas Gracias. Espero que mi historia no acabe aquí, espero que esta entrada tenga segunda parte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario